jueves, 1 de septiembre de 2011

Caminar por la cornisa


Roto de cabeza se presenta al escenario,
es algún minuto en rebeldía;
ver incinerar las hojas de su calendario
es cantar la cura de su herida
y es un buen lugar donde esconderse.

Son unos minutos disfrazarte de hombre fuerte
y después sufrí pasar la vida.
Dale rienda suelta a tu locura intransigente,
harta de tristeza reprimida;
triste embrollo de lo que no entiende,
miedo de perder lo que más tiene.

Ver un hombre solo caminar por la cornisa,
verse festejando algún minuto de sonrisa,
llenarse la boca de pastillas que te salvan,
de esas charlas paranoicas, solo y hasta el alba.

Veinte mil hectáreas de cabeza en latifundio
son un territorio inexplorable;
no encontrar respuestas en el lado más profundo,
eso hace sentirse miserable.
Ver como un amigo no te miente,
verse reflejado en lo que siente.

Ver un hombre solo caminar por la cornisa,
verse festejando algún minuto de sonrisa,
llenarse la boca de pastillas que te salvan,
de esas charlas paranoicas, solo y hasta el alba.

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